


Auditando… desde casa y en pijama. Las auditorías del futuro
Que el mundo digital ha cambiado la forma de desarrollar nuestro trabajo es un hecho innegable, no sujeto a discusión. Pero, ¿realmente hemos cambiado para mejor? Cómo piensas que van a ser las auditorías del futuro, ¿desde casa y en pijama?
Charlábamos con unos amigos hace unos días sobre lo que ha cambiado la formación. Hace no tantos años, una formación de calidad debía ser presencial, y nadie se planteaba pagar por una formación a distancia. En el día de hoy, según job talent, la formación online ya cubre el 16% de la oferta total en España, y eso que seguimos muy por detrás de países como Estados Unidos, Francia o Alemania.
¿Ha llegado ya esta revolución, que ya se asume con normalidad en el mundo de la formación, al mundo de las auditorías de los Sistemas de Gestión (ISO o similares)? Hay quien opina que sí, que ya está ocurriendo. Algunos de los argumentos a favor que esgrimen para ello son:
- Un porcentaje importante del tiempo de una auditoría es empleado por los auditores en revisar documentos y hablar con los empleados claves de la organización auditada en función de la norma de que se trate.
- Las tecnologías actuales permiten un contacto directo con el auditado en tiempo real y la transmisión inmediata de cualquier tipo de documentación o imagen.
- Sólo un pequeño porcentaje del tiempo es realmente empleado por los auditores en recorrer las instalaciones, inspeccionar visualmente los procesos, hablar con los operarios, etc.
- La redacción de los informes supone cada vez un porcentaje mayor del tiempo de auditoría.
- El ahorro económico de plantear sistemas mixtos en los que una parte de la auditoría se haga a distancia sería muy significativo.
Es cierto que no están proponiendo nada revolucionario ya que siempre ha sido habitual planificar una parte de las auditorías, la revisión documental normalmente, para ser realizadas a distancia. La novedad reside en ser más radicales con la asignación de tiempos y transformar parte de lo que actualmente se hace de forma presencial en proceso de auditoría “a distancia”. A muchos les parecerá utópico, pero en este sentido es sin duda interesante leer el documento “IAF MD 4” del International Accreditation Forum (IAF) titulado “Documento Obligatorio del IAF para el uso de Técnicas de Auditoría Asistidas por Computadora (“CAAT”) para la Certificación Acreditada de Sistemas de Gestión”.
Las entidades de acreditación tienen sin duda mucho que decir sobre este planteamiento de “auditar a distancia” pues son las que han de establecer las reglas del juego, pero no olvidemos que ellas a su vez deben cumplir los requerimientos del IAF.
En resumen, vienen a decir los defensores de la idea … si en una auditoría de 5 días el auditor se pasa 4 en un despacho viendo documentos y hablando con una o dos personas … ¿no será mejor hacer esas jornadas a distancia usando la tecnología actual? ¿Por qué no se va a poder auditar … desde casa y en pijama? Se reducirían de esta forma los gastos de manera significativa puesto que la parte presencial (siempre imprescindible) se reduciría de forma importante.
Opiniones contrarias argumentan que este planteamiento fomenta que gran parte del tiempo de auditoría se emplee en revisar documentos y registros, y ello es “técnicamente” difícil de justificar.
Por poner un ejemplo. Supongamos que estamos auditando la ISO 14001 y queremos revisar la forma de almacenar los residuos peligrosos antes de su entrega al gestor autorizado. Y supongamos, también, que disponemos para ello de media hora y la dedicamos a revisar en un despacho, o a distancia, el documento escrito interno que explica que el almacén debe estar separado de otras dependencias, tener acceso restringido, tener los residuos etiquetados, disponer de cubetos de retención , etc … Está claro que esto lo podemos hacer igual desde casa que desde un despacho en las instalaciones del cliente. Sin embargo, eso nunca será una auditoría completa pues falta lo más importante: Visitar el almacén y comprobar visualmente la situación real del mismo.
En resumen, el debate está servido para los próximos años. ¿Es una idea razonable?. Por el contrario, ¿auditar así iría en contra de la calidad técnica de las auditorías? ¿Puede ser adecuado pero sólo para determinadas normas?. ¿Qué opinas tú?
¿Qué opinas tú?